Estas son las formas más comunes en las que se equivoca con la protección solar, y cómo protegerse realmente del sol.
Ya sea que quieras cubrirte del sol, o quieras atender tus enfermedades de otro tipo, como una hipertensión, recuerda consultar siempre a tu médico o especialista de cabecera, y consultar el precio del enalapril y de protectores solares en tu farmacia preferida.
A estas alturas, probablemente ya sepas que debes usar protección solar todos los días, tanto para ayudar a reducir el riesgo de cáncer de piel como para prevenir las molestas arrugas, manchas oscuras y otros signos de envejecimiento prematuro.
Esperas a estar fuera para aplicarte el protector solar
¿A cuántas personas has visto llegar a la playa, extender sus mantas, ponerse el traje de baño y empezar a aplicarse crema? En realidad, hay que aplicarse el protector solar 30 minutos antes de la exposición. De este modo, tiene tiempo de absorberse y empezar a actuar, y no te expones a los rayos UV durante esos primeros minutos en los que tu piel es vulnerable.
Aplica el protector solar alrededor de la ropa
El cáncer de piel puede aparecer en cualquier lugar, por lo que es mejor aplicar la protección solar cuando estás desnudo. Si ya llevas puesto un traje de baño o ropa, es probable que te lo apliques con cautela para no mancharte la ropa, con lo que es probable que te saltes algún punto o que no te lo apliques con la suficiente abundancia.
Desnudarte frente a un espejo de cuerpo entero, ayuda a asegurar que cubras por completo los puntos difíciles, como la parte media de la espalda y la parte posterior de las piernas.
No proteges tus labios
Al igual que el resto de la piel, los labios son vulnerables a los rayos UV, por lo que es muy importante usar protector solar en la boca. Pero no utilices el mismo producto que usas en el resto del cuerpo: tiene un sabor extraño y, de todos modos, no durará mucho en los labios.
Te olvidas de otros puntos clave
¿Crees que puedes untarte protector solar en la nariz como un socorrista de los años 50 y estar cubierto? Por desgracia, hay muchas zonas menos evidentes que la gente tiende a olvidar, y son igual de importantes de proteger.
Las zonas que se pasan por alto con más frecuencia son los dedos y los pies, incluida la planta de los pies; las axilas; la nuca, por debajo de la línea del cabello; las orejas, especialmente la parte superior y posterior de las orejas; los párpados; y la parte interior de los brazos. Aplíquelo en todas partes.
Transpiras (o lo enjuagas) todo el protector solar
La letra pequeña de la etiqueta de tu protector solar es importante, así que asegúrate de que eliges el protector solar adecuado para tu actividad, especialmente si esa actividad implica sudor, una piscina o el océano. Asegúrate de que adquieres una fórmula resistente al agua para nadar o para actividades en las que vas a transpirar, porque las fórmulas no resistentes al agua pueden resbalar enseguida.
Además, tienden a mencionar que migran a los ojos y pican, mientras que las resistentes al agua no lo hacen.
Usas una fórmula corporal en la cara
No es sólo un truco de marketing: hay una diferencia entre los protectores solares específicos para la cara y para el cuerpo. La piel del rostro suele ser más sensible a la irritación que la del cuerpo, por lo que las fórmulas faciales han sido probadas para causar menos irritación y no desencadenar el acné.
Si tienes tendencia al acné o eres sensible, evita las versiones corporales para la cara, especialmente los sprays de toque seco: están absolutamente llenos de alcohol, que es muy secante e irritante para la piel del rostro.
Sólo usas protector solar cuando está soleado
¡Peligro! Puede parecer contradictorio ponerse crema solar en un día gris o de llovizna, pero puedes exponerte a los rayos UV sin ver el sol en el cielo, debido a que el ochenta por ciento de los rayos UV siguen entrando en los días nublados, así que no dejes que el tiempo afecte a tu uso de la protección solar.