porque tengo alergia a las macotas

Alergia a las mascotas, si es posible

Dependiendo del grado de gravedad de la alergia podemos tomar unas medidas u otras, aunque hay medicamentos de venta libre en una farmacia con servicio a domicilio es importante que cuides de tu salud si eres alérgico.

Cuando alguien sufre una reacción alérgica en presencia de algún animal o de nuestras mascotas decimos que tiene alergia a los animales.

Lo que realmente sucede es que los agentes alérgenos ocasionan una reacción de hipersensibilidad del sistema inmunitario, desencadenando histamina.

Este proceso hace que se nos inflamen las mucosas nasales, los ojos o los bronquios pulmonares, todos ellos, síntomas de la alergia.

La verdad es que, cualquier animal con pelo o plumas es susceptible de generar alergias. Concretamente existen unas 366 especias animales que pueden ocasionar problemas de alergia a los humanos.

Generalmente se asocia estas alergias a perros o gatos, pero la realidad es que no son los más propensos a generarlas, pero dado que son las mascotas más comunes y extendidas de ahí que venga asociado.

También es verdad, que, cuanto más tiempo se pase cerca de un animal con pelo o plumas más probable es tener un episodio de alergia.

¿Pelo, el verdadero culpable?

Pues no es así, es la caspa que arrojan los animales, adherida el pelo, la que contiene los agentes que causan la alergia.

Estas micro partículas son tan pequeñas que pueden permanecer en suspensión en el aire durante horas, antes de caer al suelo y pasar a formar parte del polvo o la suciedad.

Pero el pelo y la caspa no son los únicos culpables, aunque si los más generalizados. Actualmente un 12% de los hogares españoles tiene aves, y las plumas así como las escamas de reptiles también pueden crear alergia.

En estos casos, de alergia a plumas, puede derivar en problemas de rinitis y asma, aunque muy puntualmente.

alergia a las macotas

Conocer todos los factores

Antes de tomar una decisión sobre el animal, debemos de tener presente que a veces, la alergia, puede no ser culpa suya, sino de su entorno.

Es decir, la alta presencia de ácaros, hongos, incluso el pienso del animal, puede hacer que se manifiesten síntomas alérgicos en los humanos.

Estudios de 2005 ponen de relieve que existe un gran desconocimiento de la situación, alrededor del 26% de las personas asmáticas conviven con perros y un 15% con gatos.

Comparando estos datos con los de 1992, que arrojan datos entorno al 15% observamos que el problema de la alergia se ha incrementado.

Actualmente el estilo de vida influye mucho: mascotas en pisos pequeños, falta de ventilación, largas horas de convivencia, estrés y falta de sueño, se combinan para aumentar los riesgos a la vez que nuestras defensas se ven superadas.

Cuida de tu salud

Todas estas condiciones, hacen que, por ejemplo podamos ser alérgicos incluso sin tener animales en casa, debido al hacinamiento o cercanía a ellos. Incluso sin tocar al animal podemos manifestar síntomas de alergia.

Más aun incluso es posible que tengamos una mascota a la que estamos inmunizados pero presentar síntomas al entrar en contacto con otras, aunque sean de la misma especie.

La dura realidad es que el tratamiento más recomendado es prescindir de la mascota en cuestión, una vez tengamos claro que ella es la responsable de nuestras alergias. Pero sabemos que esto no es una fácil decisión, es nuestra mascota y puede llevar años con nosotros.

Este es el único medio efectivo, aunque incluso pasados seis meses podemos seguir padeciendo síntomas.

Pero entendiendo lo duro que esta medida puede ser, también existen medidas para tratar de reducir el impacto que tiene en nuestra salud.

  1. Debemos evitar mantener contacto directo con el animal, y en caso de hacerlo lavarnos las manos inmediatamente después.
  2. Impedir que duerma en la cama o en la misma habitación con nosotros.
  3. Limpiar regularmente todo el mobiliario.
  4. Ventilar la vivienda a diario, incluso varias veces.
  5. Utilizar filtros de aire.
  6. Bañar a la mascota una vez por semana para reducir la caspa y pelo que pierde.
  7. Lavar nuestra ropa.
  8. Cepillar con guantes a nuestra mascota 2 o 3 veces a la semana para retirar pelos.
  9. También podemos aplicar lociones a nuestra mascota diseñas para reducir la perdida de caspa y pelo.

Existen también vacunas para humanos, aunque estas solo se recomiendan para profesionales como veterinarios que no pueden evitar el contacto.

Aunque también se pueden aplicar a las personas que finalmente no deciden retirar a la mascota de su domicilio debemos de tener cuidado con los posibles efectos secundarios, muy variados dependiendo de la persona y de la vacuna concreta.

A fin de cuentas debemos de sopesar todos estos factores y determinar la gravedad de la alergia que nos genera.

Una leve alergia quizás se pueda compatibilizar con medidas de limpieza y orden, mientras que una grave incluso después de retirar a nuestra mascota nos obligara a vacunarnos. Sea como fuere, antes de nada, recuerda realizar las pruebas diagnósticas tanto a ti como a tu mascota.


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